1. A nivel logístico, los freelance tenemos ventajas y desventajas. Las desventajas son evidentes, básicamente es que tú haces de logista, de agente, de psicólogo, es un poco de todo… Además de todo eso, tienes que tener un soporte económico como para poder financiar esos viajes y gestionar ese trabajo. La ventaja es que tienes la libertad de poder decidir dónde vas y escoger tus historias, a diferencia de los periodistas staff que tienen libertad económica y logística, porque van amparados por los grandes medios, pero carecen, algunos, no todos, de capacidad de acción.
2. Lo que hago ahora es, sobre todo, trabajar más para televisión que para fotografía, porque en estos momentos los assignments a nivel fotográfico han disminuido mucho. Con 3, 4 o 5 assignments que puedas tener al año, no cubres la capacidad económica como para subsistir.
3. Ahora mismo se está buscando la dualidad entre fotógrafo y videógrafo. El hombre orquesta. Dentro del contexto de la imagen lo entiendo, que una persona que hace vídeo es fotógrafo o que alguien que es fotógrafo pueda hacer también vídeo. Lo que ya se me escapa es cuando te piden radio, hacer de plumilla y todo ese tipo de cosas, que te quitan tiempo realmente de lo que es tu propio trabajo o tu trabajo madre, que es la fotografía o el vídeo.
4. A nivel logístico la aparición de los equipos fotográficos digitales, evidentemente, fue un cambio muy muy importante. Antes tenías que ir con una cantidad de rollos impresionante y ahora vas con dos tarjetas y un disco y con eso ya tiras. Pero también es cierto que tiene la desventaja de que globalizó la fotografía y que ahora parece ser que todo el que tiene una cámara ya es fotógrafo, a diferencia de antes, que tenías que tener ciertos conocimientos técnicos, para saber al menos exponer y positiva esas imágenes, cosa que ya no es necesaria.
5. La aparición de los smartphones no ha cambiado mi forma de trabajar. La sigo manteniendo como hasta ahora. No estoy tampoco en contra de utilizar cualquier tipo de herramienta que puedas usar a nivel fotográfico, como los smartphones, pero yo prefiero seguir otros caminos como las cámaras. Los smartphones aún tienen muchas limitaciones.
6. El impacto de las redes sociales en el fotoperiodismo es la difusión, evidemente, porque ahora es inmediato, pero para mí tienen la desventaja de que al tener esa gran difusión, hay tal oferta y tal abasto a nivel de la capacidad de noticias, que tampoco sabemos exáctamente qué medios tienen o no fidelidad dentro de ese tejido de una red social. Muchas veces te encuentras con noticias que son absolutamente falsas. Se está prescindiendo un poco de los grandes medios, en pro de la información que aparece en las redes sociales.
7. Han nacido otros medios, a raíz sobre todo de las redes sociales, que también se lo han ganado, pero yo creo que en ese sentido se sigue manteniendo que es imprescindible pertenecer a una de las grandes agencias para poder ser fotoperiodista de prestigio.
8. Me es inadmisible la pérdida de derechos de autor de las imágenes al subirlas a las redes sociales. Es como si a un escritor, pintor o escultor le quitan los derechos de su obra. Como la fotografía se ha globalizado, hoy en día hemos caído en esa trampa de que todo el mundo es fotógrafo y la fotografía ha dejado de tener ese valor que tenía antaño.
9. Que la agencia France Presse y su socio estadounidense Getty Images deberieran pagar la suma de 1,22 millones de dólares al fotógrafo haitiano Daniel Morel por violar deliberadamente sus derechos de autor en 2010, está bien porque va sentado precedentes. Si no, al final corremos el riesgo de que se pierdan esos derechos en un futuro inmediato.
10. No estoy en contra del fotoperiodismo ciudadano. Siempre pongo como ejemplo que si tú vas conduciendo, de repente te encuentras con un accidente y tienes conocimientos médicos, evidentemente está muy bien que ayudes a esa persona, pero en el momento en el que llegue el médico, tienes que dejar paso al médico. En el caso del fotoperiodismo debería ocurrir un poco lo mismo. Está muy bien que tú utilices esos conocimientos o ese primer empujón, pero en cuanto lleguen profesionales, tienes que dejarlos pasar, sean autóctonos o sean accidentales, no tiene absolutamente nada que ver. No hablamos de una distinción de nacionalidades, sino simplemente de profesionales en el sector.
Ricardo García Vilanova
