10 REFLEXIONES DE SUSANA HIDALGO

1. La crisis económica ha provocado que algunos periodistas y fotoperiodistas estén ofreciendo su trabajo gratis o semigratis a los medios de comunicación. Esto deteriora la profesión.  No puede prevalecer el hecho de que necesitemos difundir nuestro trabajo a que éste sea digno y remunerado. Sobre todo porque si trabajamos gratis no es cierto que algún día vayamos a conseguir que nos paguen. Una vez que has rebajado tu caché, difícilmente hay vuelta atrás. Otro engaño es trabajar para medios digitales que pagan muy por debajo del mercado y que tampoco permiten que un profesional pueda vivir al cien por cien de este trabajo. No me vale jactarse de que los nuevos medios son independientes si están basados en una masa de colaboradores mal pagados.

2. No soy fotoperiodista, sino periodista, así que mis opiniones se basan sobre todo en mi experiencia al lado de los profesionales de la imagen, de verles trabajar y de lo que me cuentan. Que me disculpen si en algo no tengo razón… Creo que el paso de la fotografía analógica a la digital ha mejorado el día a día de los fotoperiodistas pero a la vez les ha hecho perder algo de riesgo. Ahora puedes disparar y ver lo fotografiado en el momento, eso es obvio. Pero antes había esa emoción de no conocer el trabajo hasta el momento del revelado. Pero supongo que es mejor ganar en seguridad y en rapidez y perder romanticismo.

3. Otro hecho que ha ocurrido con la evolución tecnológica de las últimas décadas es que en los años 80, por ejemplo, un fotoperiodista se iba a Líbano y se aseguraba de que a la vuelta iba a poder vender el material realizado. Ahora con las redes sociales, el tema de la fotografía digital… hay muchos fotoperiodistas por todo el mundo enviando fotografías al momento. Por un lado, el profesional puede mandar al instante y eso es una mejora; pero también ha provocado que cueste mucho vender las imágenes a un medio si te vas a hacer un viaje fuera, porque ya no es una cosa exclusiva. Puedes estar en Líbano, hacer una foto y que esté colgada al minuto en las redes sociales.

4. No estoy de acuerdo con el término “fotoperiodismo/periodismo ciudadano”. El periodismo y el fotoperiodismo tienen que están profesionalizados y remunerados. Sin desmerecer a los ciudadanos que quieren denunciar su realidad cercana, eso no puede ser considerado periodismo. Imaginemos que un hombre entra en un local y mata a dos personas. No es lo mismo cómo lo cuente yo, que soy periodista, a como lo cuente otra persona que no lo es. Creo que hay que diferenciar entre un testigo de un acto y un periodista o fotoperiodista. En una manifestación el fotoperiodista va a hacer la foto con mejor calidad técnica, va a saber el enfoque que es noticiable, etc…

5. Ser totalmente objetivo es complicado, porque es muy difícil que a la hora de cubrir un hecho no haya implicada cierta subjetividad en el enfoque. Pero hay que intentar ser ecuánimes, contar los hechos sin pronunciarse ni opinar para que sea el lector el que saque su propia conclusión. Creo que la clave está en el rigor, la formación y la experiencia.

6. Yo no veo los smartphones como una amenaza para el fotoperiodismo, los veo como un instrumento, porque no es igual que le des un smartphone a un fotógrafo profesional que a cualquier usuario. Él con esa herramienta va a hacer una fotografía publicable, aunque sea hecha con un Smartphone, y otra persona seguramente no. No lo veo como una amenaza porque al final, si tú vas a una manifestación, el medio tiene que optar por comprar una foto de buena calidad, no por coger gratis una foto de mala calidad simplemente porque sabe que no la tiene que pagar.

7. Para hacer historias a largo plazo los medios de comunicación tienen que invertir pero no lo hacen. Hay que tener a un periodista o fotoperiodista una semana mínimo haciendo un trabajo de investigación, viajando, tomando confianza con las fuentes. Ya no se manda, como se hacía, un mes a Afganistán a un fotoperiodista. Al final, los periodistas terminan viajando con las ONGs o con otras organizaciones porque los medios de comunicación han decidido dejar de financiar los reportajes.

8. Es posible que, con esta tendencia provocada por la crisis, algunos periodistas y fotoperiodistas terminen descolgándose de la profesión por no haber sabido adaptarse y por ofrecer su trabajo gratis. Por otro lado, está claro que en el futuro (y ya lo estamos viendo) los perfiles serán multiusos y multimedia.

9. En la universidad sería necesaria una asignatura que te ayudara a vender tu trabajo, a hacer “marketing” de tus historias. Cuando eres freelance tú eres tu propia empresa: dedicas a hacer reportajes un 20% del tiempo y el 80% restante estás de gestiones, publicidad, buscando clientes, en redes sociales…Al final todo te lo tienes que hacer tú.

10. Yo creo que la crisis económica ha dado la excusa perfecta a los medios de comunicación para recortar. Hay recortes en contratos, en colaboraciones, en viajes… pero nunca en altos sueldos. Es una lástima el panorama de publicaciones que tenemos en España, con apenas sitios donde poder publicar un reportaje ni revistas de actualidad de calidad.

Susana Hidalgo